Cortamos en trozos pequeños las verduras que hemos seleccionado y los ponemos todos por separado, así nos será más fácil colocarlos más tarde y seguro que a los niños les encanta separarlos por colores.
Mezclamos los ingredientes de la masa en un bol y poco a poco le vamos dando forma en la encimera con cuidado de que no se nos pegue, si vemos que queda pegajosa añadimos más harina. Amasamos nuestra masa dándole la forma que más nos apetezca, nosotros decidimos hacerla redonda.
Colocamos la masa estirada en la bandeja de horno y añadimos el tomate natural y el queso rallado por encima.
¡Llega el momento más divertido, el de decorar nuestra pizza para niños! Colocamos los ingredientes que habíamos cortado y apartado anteriormente de forma que quede como un arcoíris o degradado de colores.
Horneamos durante 15-20 minutos a 180º y ¡listo! Ya tenemos nuestra pizza para niños hecha, ¡para chuparse los dedos!